Llegué sin la más mínima idea,
creyendo que nadie es nada
ni yo misma.
Quise hallarte entre suplicas
pero siempre algo te cubrió.
Ahora dispersa entre mi mundo
comprendo la irrealidad de la sumisión.
Uno no es ninguno
y todo no siempre es todo
Acabó: siempre supe que no debí decir nunca.
Laura Encalada
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Lejos mi favorito de Laura
magistral este poema
me gusto mucho... dice tanto en tan poco.. esta muy bello tu poema...